La fibra es muy beneficiosa en la dieta de los más pequeños. Retarda el vaciamiento gástrico y acelera el transito intestinal evitando el estreñimiento, un problema gastrointestinal bastante frecuente entre los niños. Además, favorece la proliferación de bacterias beneficiosas en el aparato digestivo. También es desintoxicante, pues evita que los deshechos estén demasiado tiempo en los intestinos, y gracias a su poder saciante, contribuye a prevenir la obesidad y el sobrepeso. Además, está asociada a un menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y a la prevención del cáncer de colon. La encontramos principalmente en frutas, verduras, legumbres, y cereales, preferentemente integrales. La cantidad adecuada de fibra que ingerimos también es importante. Una ingesta escasa puede provocar enfermedades metabólicas como diabetes e hipertensión, pero a la vez un exceso puede significar una reducción importante en la absorción de algunos micronutrientes como