Hablamos de pié plano cuando hay una
disminución de la altura del arco longitudinal plantar (también llamado bóveda
plantar) y se crea un área de máximo contacto de la planta del pie con el
suelo, y además el retropié presenta una deformidad en valgo.
La mayoría de los niños presenta un pie
plano hasta los 3 o 4 años. Se considera que la bóveda plantar inicia su
desarrollo a partir de los 4-6 años, que es cuando disminuye la grasa plantar y
de la zona interna de la planta del pie, muy abundante en el pie del niño, y
aumenta la musculatura del pie. A partir de esa edad, el arco ya es aparente y
seguirá aumentando de forma progresiva
En el niño vemos dos tipos de pie plano: el pie plano flexible y el pie plano rígido:
El pie plano flexible es un pie con una estructura ósea normal,
pero con mucha flexibilidad en sus articulaciones. La mayoría de los pies
planos de los niños (90%)son de este tipo. Cuando el niño se pone de pie y
apoya su peso, el puente se hunde y el talón se desvía hacia afuera. Sin
embargo, cuando lo hacemos poner de puntillas, vuelve a aparecer el puente y el
talón se coloca corregido hacia adentro.
El pie plano rígido se caracteriza por presentar unas uniones
anómalas entre los huesos del pie. Cuando el niño se pone de puntillas, la
postura del pie no cambia debido a que la movilidad está bloqueada por la unión
entre los huesos. Esta anomalía es definitiva y no se modifica con la edad.
Hasta un 15-20% de la población no llega nunca a desarrollar un arco
adecuado y presenta durante toda la vida unos pies planos flexibles indoloros y
funcionales. Por esto en la actualidad se considera el pie plano flexible como
una variante de la normalidad.
Estudios en países en desarrollo han demostrado que es más frecuente ver
pies planos entre los niños que usan zapatos que entre los que van descalzos.
Parece que el hecho de ir descalzo
favorece el desarrollo de la musculatura propia del pie, mientras que
los calzados rígidos interfieren en este proceso. Por eso se recomienda que el
calzado del niño sea muy flexible.
DIAGNOSTICO:
En la consulta, en el podoscopio observamos la planta del pie y
comprobamos que se trata de un pie plano flexible con el "Jack test"
o extensión del dedo gordo del pie y al pedir al niño que se coloque de
puntillas. Si la exploración es compatible con un pie plano flexible,
normalmente no es necesario realizar estudios radiológicos. Si por el contrario
se trata de un pie plano rígido, probablemente habrá que realizar más estudios
para determinar el tipo de alteración ósea.
TRATAMIENTO:
El pie plano flexible no requiere tratamiento. Se trata de pies normales
que evolucionarán espontáneamente hacia una mejoría de la alineación. Sin
embargo, conviene estimular el desarrollo de la musculatura propia del pie
mediante ejercicios como caminar de puntillas, o más sencillo, caminar descalzo
por casa.
Debemos evitar utilizar calzado rígido porque no permite un correcto
desarrollo del pie. No se aconsejan de manera rutinaria el uso de plantillas ni
otro tipo de dispositivos o calzado ortopédico. Solo estarían indicadas en
algunas afecciones del pie en las que se producen sobrecargas con aparición de
dolor, es en estos casos pueden ayudar a equilibrarlo y evitar que sea
doloroso.
En el caso de pie plano rígido el plan terapéutico puede ser o bien
procedimientos estabilizadores (cirugía) o movilizaciones (rehabilitación).